jueves, 9 de abril de 2009

VIVIR SIN MUSAS. Capitulo 1:"Las palabras que se ven"

Moore
Algunas noches, parece que no oscurece del todo en Santiago.
Las nubes cubren la ciudad como una sábana, bañada en naranja debido a las luces; de modo que Santiago parece estar atrapada en ámbar, y nosotros con ella.
Miramos hacia arriba y, al igual, que nuestros padres, asentimos mientras murmuramos "bueno, sin esa cubierta de nubes haría mucho frío", y ni siquiera pensamos que estamos encerrados en Santiago.
Sin escape alguno.
El cielo estaba negro y naranja cuando salí del cuartucho de putas baratas que se encuentra sobre la zapatería en Bandera con Santo Domingo. No mire atrás sabía que la camboyana tendría la cara presionada contra la ventana, haciendo muecas extrañas y gritando a todo pulmón. Encerrada en vidrio y tabiques. Había un sonido de chapoteo, como el romper de las olas, que apenas era audible desde aquí, entre el ruido de los taxis. Fue su maldita culpa. Maldita vaca. Me subí la cremallera indiscretamente, enfrente de un enorme sujeto que estaba haciendo una colecta para el ejército de salvación, e hice que me obsequiara 5 mil pesos antes de darme la vuelta en San Pablo para encaminarme al de la pequeña Lima.
La navidad nunca llega a Diagonal Cervantes. Todo el año es gris, funesto y sin esperanza, carente de vida. Incluso las chicas hermosas, conociendo la vida, ansiosas o calculadoras, se suman a la miseria por identificación.
Ya sabes como van a terminar sus historias.
Yo solo deseaba tomar un trago en un bar, cuando vi a un hombre que no estaba ahí. Seguramente era un auditor de primera fila del sonido de la historia.
- Si esto fuese un funeral y esta claro que la música y las tipas restregando sus conchas en nuestras braguetas indican que no es un funeral, no pareces muy feliz, aún para un funeral - dije a Ferrara que se echaba un sorbo de esa mierda que más parece producto de la masturbación de un perro que café.
- Soy gente de los 80, Moore... Chile era un lugar de miedo en esa década... no es de extrañarse que produjera una cultura de miedo - dijo y se largo con ese aire de tipo que guarda muchos esqueletos en el armario.
La pequeña Lima es un cuento aparte dentro de la estructura arquitectónica- política - económica- cultural y sexual de una ciudad como Santiago.
Como buena cosa existente en Chile es la versión reflejada en un espejo de una copia.
Con la apariencia de ser tan vieja como Nueva York, fundada sobre la ribera sur del río Mapocho y diseñada originalmente por masones drogadictos. Fue exacerbada por arquitectos locales adictos al ajenjo en la década de los 20.
Básicamente no es apropiada para la ocupación humana.
De allí que sea principalmente habitada por inmigrantes peruanos.
Recalco, básicamente la pequeña Lima no es apropiada para la ocupación humana. Así que, y descontando los antecedentes arquitectónicos y políticos, la pequeña Lima es un perfecto sistema de relaciones sociales, económicas y culturales donde sino estas jodiendo es porque te joden.
La estructura dependiente o el milagro emprendedor encuentra en este lugar el perfecto habitat para el canibalismo económico, el incesto social y pornomiseria cultural
Aillavilú 185 - piso noveno - departamento 0009.
Bienvenidos al hogar de un guionista de cómics.
Ferrara.
El café La Mina es un centro de inspiración visual.
Ya lo dijo Nietzsche "un organismo decadente requiere de estímulos cada vez más fuerte para sentirse vivo".
Pedofilia: Plaza de Armas, esquina Catedral con Estado, entre 19 y 23 horas, hablar con El Canguro. Extasis, Coca y heroína, a la salida del Bon Bijou a eso de las 2 A.M (no es necesario hablar con nadie). Pornografía Ilegal: Local 185 subida B de Monjitas 185. Casting para películas porno: llamar al teléfono celular del Negro Barrera que se encuentra en el baño del Cyber Café Internet 3000. Pajas a 800 pesos: Café La Mina; Fellatios a 1.000 pesos: Café La Mina; Polvo a 2.000 pesos: Café La Mina; Cuadros Plásticos y otros: Café La Mina. Observaciones: Todo acto de contacto (manual, oral o de otra cavidad humana) será público. Además traer condones. Calle San Pablo entre Teatinos y Bandera. A media cuadra de Capuchinos.
Yo les digo bragas y las minas no entienden.
- Sacaté los calzones - le ordené.
Acto seguido sentí su lengua, su baba y su aliento a cien tipos de semen y penes en mi glande. Mientras le echaba un sorbo al café y un sobe a su blanquecino culo de prostituta de 22 años y madre soltera de una niñita de 8 años que seguramente tiene escrito su destino en el clítoris.
- El café sabe como si tu perro orinara en él - dijo Moore vestido a lo Jhon Constatine y con el pelo a lo Spider Jersusalem. Le gusta el rollo de presentarse ante las minas como Pedro Urdemales. Como si estas mujeres les interesase la ironía de construir viñetas postmodernas a parte de criollismos rurales nacionales.
- El perro necesita a dónde ir. Si no te gusta, bien puedes largarte. El maldito aire acondicionado se descompone cada vez que vienes - le dije mientras, tratando de contener la eyaculación, recordaba imágenes de un cortometraje del cineasta Checo Jan Svankmajer. Sus cortos son una mezcla de imagen real y objetos animados y presenta una visión perversa de un mundo libre de las ataduras lógicas. Así que me sumergí en la atmósfera de esos mundos irracionales, irreales y extraños y aporté ese ambiente de ensueño, de pesadilla, a las historias que iba imaginando a medida que mi espesa y abundante esperma se vertía en la faringe de una prostituta de 22 años. Tiempo de duración promedio de la eyaculación de un hombre de 42 años: 3 minutos con 22 segundos.
- Entonces...¿hace frío aquí?... de hecho yo no siento nada de frío - dijo Moore mientras se despachaba
un sorbo de café y pagar un consumo a La Janis (cafetera nueva de aproximadamente 33 años), acto seguido ella se restriega contra el paquete de Moore al ritmo de un tema tecno latino: "Ah, Ah, Ah chochito loco. Ah, Ah, Ah una mujer caliente. (Así durante 10 minutos). Luego me larga un discursillo acerca de funeral y tristeza.
Pero yo sufro con el cine. Y luego de una eyaculación, me entra una sensación soporífera del tipo Retrospectiva Comentada de la obra integra de Andrei Tarkovski. Lo que me hace recordar muchas cosas cuando Tarkovski estaba de moda (el cine arte es tan snob como las películas de Bruce Lee) y una de ellas era que hace más de 20 años tras yo era joven. Y eran los 80.
- Soy gente de los 80, Moore... Chile era un lugar de miedo en esa década... no es de extrañarse que produjera una cultura de miedo - dije y me largué.
Recordar el pasado no me da buenas ondas. Ya había eyaculado. Había bebido mi café. Y me había acordado de Tarkovski. Tenía sueño.
Moore se quedo bebiendo su café y mirando con espanto. Bueno imagino que beber esa bazofia y comer esa porquería hasta que algún día muera de insuficiencia renal y flatulencia.
Tarkovski, los 80, trabajar o beber café con orina de perro por toda a eternidad. No es fácil.
Aillavilú 185 - piso séptimo - departamento 0007.
Tenía sueño. Pero encontré que era demasiado temprano como cerrar los ojos y solo atiné a soñar. Soy un guionista de cine.

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