Mi conteo empieza con un personaje de patraña. Un cómic fascista creado por el señor neoliberal por excelencia de los 90. Sin embargo, a medida que fue evolucionando y el rollo del superheroe se fue diluyendo para dar paso a un demonio que hacia cosas demoniacas y por ende hacia cosas demoniacas me parece que HellSpawn es la sintesis perfecta de la segunda división vertigo en el mundillo del cómic. ¿Será por qué aquí conocí a Brian Michel Bendis, un tipo co etareo mío que de tanto emular a Frank Miller lo termino por superar?. ¿Será porque Paul Jenkins demostró ser algo más que un simple clon de Jaime Delano?. ¿Será por Ashley Wood y el siempre impactante Bill Sienkiewicz hicieron un trabajo más que notable para un personaje condenado al rincón del oprobio por su mucho más mediocre creador?. No sé. Sin embargo, HellSpawn muestra hasta donde puede evolucionar algo destinado a no evolucionar. Además que le permitió a mucha gente descubrir la estetica vertigo más allá de los limites del subsello editorial de loúnico bueno que puede llevar la sigla DC.
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