jueves, 17 de septiembre de 2009

Un escritor prolifero e inédito

1. Hace 15 años auto edito una novela sin mayores pretensiones que ganar algo de plata acuenta y juntar dinero para largarme de la copia feliz de Miami. De extraños y de Héroes, termino por transformarse en la gran novela gráfica chilena de esta década. Mi amigo Carlos Carvajal adaptó mi decadente libro de papel roneo y la transformó en algo bastante cercano a V de Vendetta.
2. En 1997 terminó de escribir Underdog - una novela corta o serie de cuentos? -, Bukowski ya tenía echo su trabajo conmigo. Ad portas de una crisis financiera internacional y con una grandiosa pata en el culo por parte de Mideplan escribí una reflexión bastante estupída e innecesaria pero con buenos resultados en cuanto se trata a relato corto. Underdog, es el inexacto producto de amalgamar los siete pecados capitales (si, estamos en los 90 así que se asume Seven de Fincher) y la cesantía.
3. 1997: Al Sur de Miami, como me habían pateado el culo en Mideplan aproveche a mas no poder el finiquito y 1997 fue un año muy productivo en el trabajo de escribir (¿verdad que suena pretensioso eso del oficio de escribir?) y escribo mi novela en estilo cut up acerca del cierre de la mina de Lota, el funeral del Che y los MRTA. Eso. Y mi devoción absoluta por Winona Ryder. Más tarde use el nombre para el guión de un filme que ya mencione en otra entrada.
4. El hedor del éxito (1998): meta a la cocktelera por partes iguales el humor de Bukowski, el cinismo hedonista de Easton Ellis, la nostalgia bella de Galeano y diálogos de Tarantino. Agitar bien y sirva se con hojas de afeitar y revistas porno snuff. Allí tiene recién el bouquet de la más salvaje y depravada visión del tiempo en que me tocó hacerme hombre. Y fue el inicio de una tetralogía que aún no termino.
5. En las trincheras no hay ángeles (1998): el final de una saga. Mi alter ego chinaskiano reducido a una patética caricatura del Chile de fin de siglo. Pinochet preso de por medio y una buena cerrada de la saga. De hecho, buen personaje autoreferente, marxista, grunge y decadente.
6. Bromuario 18 para un maldito perdedor (1999): Fantasmas, drogas y poesía beatnik para analizar una de las verdades mas sustanciales del marxismo clásico: lo que una vez se da como tragedia, al repetir lo hace como comedia.
7. Un hombre antes de matar un hombre (1999): el trayecto de un hombre terminal a convertirse en cadáver por medio de la entrevista en situ de un toxico mano terminal. Putas, sexo, violencia y fracasos políticos. Mi relato limítrofe entre la ficción disfrazada de autobiografía y el existencialismo nihilista de la generación X que ya se sentía cómoda en su respectivo punto de engorde.
8. Tres Divas (2000): el raconto mas lento de la historia. Mientras la bala de un francotirador viaja para alojarse en la cabeza de un presidente recién electo. El hombre, ese animal de costumbres y vicios asumidos, recuerda a las tres mujeres que le definieron su accionar. Estaba madurando o siendo más honestos, simplemente el niño rebelde dio paso al cínico bastardo. Y por supuesto. Una novela de putas, política y humor cruel.
9. Vivir sin Musas (2002): Asumido periodista free lance, académico ocasional y proyectista profesional. me levanté un día eche una arcada frente al espejo y me di cuenta: no eres más que un guionista anónimo. Y allí está el primer capitulo. Una novela de amores conceptuales, pasiones intransigentes y el fracaso. Por supuesto...putas, política y humor.
10. CENEY (2009): La novela que estoy trabajando actualmente. Una concesión a todo en lo que creo. Una mierda escrita de manera fácil. Aristotélica. Taquillera. y hasta si gustan: plagiosa. ¿La historia?. Un asesino serial que revive los asesinatos políticos emblemáticos de lso 80. De Jhon Lennon a Jeckar Neghme. Mi particular tributo a esa década de mierda que me cagó la vida para siempre.
¿Dé qué a servido?
Para ganarme casi de manera perpetua la beca dec reación literaria. Nada publicado. Pero todos los años, estas 9 novelas se dividen en grupos de 3 y cambian de nombre y autor.
Así mis amigos pagan sus universidades y BIM hace el esfuerzo de soportar un año más.

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